Leonard piti

 

Kaixo, ¡y descorchamos!

No sé si te fuiste o te sacaron. Fantaseo con que desapareciste de motu proprio. Creo que en tu sueño te enteraste de lo de Trump y antes de dormirte eterno susurraste So long dears y volaste. Al otro lado de la puerta, esa puerta vaivén de madera negra que abría para el resto, llegaba una música que se pisaba en las alfombras que una vez te regaló una amante persa, frases que entraban y salían de las fotos abandonadas pero no olvidadas de una noche en el Chelsea hotel, de un amanecer en Hydra, de un concierto en Chateau Neuf en Oslo en 1976.

I took my gun and vanished…

Pero la realidad es que te sacaron, qué forma toma Dios tú que tanto le miraste.

He cenado con una familia holandesa, me han sentado al lado de la abuela de 86 años. Ha bebido vino porque dormía en casa de su hija, y sólo conduce de día en un coche vacío al que ya nadie quiere subir. Los envases de miel que acompañaban el té de los postres se los ha llevado a casa ignorando las burlas de su familia. Ella también te escuchaba, y su nieta nos lo ha hecho saber a ambos. Y con los ojos rojos los dos hemos compartido nuestra pena. Han sido dos frases, se ha escuchado un Hallelujah. Ella, los que te escuchamos, sabemos de esa franja de luz que entra cuando te dejas romper.

And dance me to the end of love

Te vi dos veces en concierto. Como al Jesucristo que leías, te llevaron al abismo para resucitarte, y te dejaron pobre para que giraras por el mundo, en más de 300 sitios abarrotados.

Cantaste sobre miserias y oscuridad y tentación

I was fighting with temptation but I didn´t want to win

Y cantaste más sobre amor y luz y redención

Yes many loved before us, I know that we are not new, in city and in forest they smiled like me and you, but let´s not talk of love or chains and things we can’t untie

Hace una semana entré en una tienda de discos precisamente en Chelsea, yo iba de la mano de la hija de Marianne. Buscaba un vinilo con tus canciones, que le hice llegar a una amiga que tampoco vivía cuando los hippies te regalaban flores y te miraban como si fueras sol – acaso lo eras Leonard.

Existe un video de 1972. Es maravilloso. (https://www.youtube.com/watch?v=LVDUTAn6Ttg).

Estás ahí, lloras y por llorar ríes en un backstage, incapaz de cantar Bird on the Wire. Sales al escenario, donde la gente se inquieta por ti. Un joven melenudo se acerca a regalarte un libro. Tú lo tomas. Te incorporas y explicas a tus devotos que detrás de las cortinas te deshaces, que no puedes seguir, das las gracias y sonríes mientras te alejan. Ya dentro ellos cantan tus canciones y les escuchas desde lejos, y sólo quieren que les escuches, te ofrecen tus propios poemas. Tú por fin susurras la canción, lejos de sus ojos.

If I have been untrue, I hope you know it was never to you

Mi hermana dejó de ir a misa y mi madre estaba triste. Llegó un domingo en que coincidimos contigo en Madrid, tú cantabas y nosotros, mi hermana y mi madre y mi padre, nos sentábamos a muchos metros y en silencio a escucharte. Y éramos miles de madres y padres y huérfanos poniendo en suspenso nuestras vidas para acompañarte en tus recuerdos y en tus plegarias. Nos entendíamos de pronto, ese halo que rearma los escombros.

Oh, the wind, the wind is blowing,

Through the graves the wind is blowing,

Freedom soon will come;

Then we’ll come from the shadows