la foto (7)

 

Kaixo! Y descorchamos!’Well, the clock says it´s time now´ reza Jim Morrison en Soul Kitchen.

Beber antes de volar. Os lo recomienda. Cuándo os pregunten quién, responded ‘In Vino Veritas’ con semblante serio, asertivos.

La verdad sobre piedra escrita. Para los miedosos, para los hiperactivos, para los sosos. También para los niños.

Beber antes de volar.

Y cerrar los ojos. Y despertarse hechizado y aturdido entre las luces de Estambul. Caminando cuesta abajo, dejando atrás la torre de Galata, de frente envidiando a esos medio hombres que llevan toda una vida pescando en el puente que enlaza el silencio celestial de Santa Sofía con el júbilo insomne de Taksim. Cenar mezze -tapas- y entregarse al raki. Y raki que te quiero raki acabar bailando en Berlin, en esa Berlin que toda ciudad anhela pero Estambul mejora. Y conocer a Gözde u Özge para rebautizarlas como María. ¿O no le quitaron ellos el Santa a Sofía? Sonreír y abrir los ojos, reconfortado, confiado…

En cada cerrar de ojos uno halla su Estambul.

Y después de semanas duras de primer mundo, de pensar más de lo debido, de castigarse sin motivo aparente, uno puede y debe recurrir a esas imágenes, proyectarse en su felicidad, justificarse. ´Cuando fuimos los mejores´grita Loquillo. Somos singulares, únicos en nuestro talento, que nadie iguala.

No hay otro como tú.

¿Porqué, no es la diferencia lo que dignifica al ser humano?

Tú y yo, distintos, juntos. Separados. Y nadie nos obligará a ser iguales en la mediocridad. Y desde luego no será Pablo Iglesias quien los españoles elijan para tan oscura labor. “El comunismo reparte pobreza” escuché en algún país. Et ouai!

Ha llegado tarde Pablo, en 2014. Aunque aún nos quedan 1,400m para emular a Fermín Cacho, ya hemos recorrido 100 juntos, diferentes, de la mano. Desde el 75 ha llovido, y aunque hay malas ramas, seguimos fértiles. Y como en los atascos de Estambul, seguimos pacientes. No nos bajamos de nuestros coches, no vamos a abandonar la máquina que construimos todos para volver a caminar. Porque en este mundo solo camina el hambre.

Aguantar a flote. Porque la constancia tiene premio.

Y de repente, en el atasco, las rosas.

A reveure!